miércoles, 1 de julio de 2015

La Alhambra, su Historia y Emplazamiento

Historia, emplazamiento y accesos a La Alhambra


Fotografías: José A.Hernández




Etimológicamente, Alhambra en árabe es < al-Hamrá > la roja, procedente del nombre completo < al- Qal'a al- hamra > (fortaleza roja) . Exciten teorías para explicar el origen del nombre de la Alhambra, pues hay autores que arguyen que en la época andalusi, la Alhambra estaba encalada y su color era blanco. El nombre de roja le vendría porque cuando se construyó se trabajaba de noche, y vista por la noche, desde lejos, debido a la luz de las antorchas, se veía roja.

Otros autores defienden que < Alhambra > es el nombre en femenino de su fundador, Abu al- Ahmar (Muhammad I), que en árabe significa " el rojo " por ser pelirrojo.

Lo que si esta claro es que la roca es un cojunto de tierra y arcilla, que era muy fácil de moldear y es el material que hay a los pies de la Alambra y donde extraían toda la materia prima para su construcción.

La Alhambra desde el Cerro del Sol.

En el año 899 datan las primeras referencias escritas de un emplazamiento militar en la zona. A mediados del siglo XI,al convertirse Granada en capital del reino de Taifa, bajo la disnatia Ziries, se amplían las construcciones.

Este emplazamiento buscaba una situación estratégica defensiva y a la vez trasmitir un símbolo claro de poder. La ocupación de esta colina data de tiempos romanos.

SIGLO IX - XII
Los árabes respetaron las ciudades y vías romanas ampliándolas y añadiéndole nuevas fundaciones. En el siglo IX existen noticias de construcciones en la colina de la Sabika, donde posteriormente se levantará la Alhambra, aunque se cree que ya en época romana e incluso antes debió haber alguna edificación. Tras la guerra civil que sucedió al Califato de Córdoba (1031), la capital de la hasta entonces provincia granadina, se traslada de Elvira a Granada, con el Reino de Taifa granadino de los Ziríes. Estos establecen su corte en la Alcazaba Qadima o Vieja, situada en el barrio del Albaicín.


Coronando la Sabika y completamente conjuntada en el paisaje.

SIGLO XIII-XV
Al-Ahmar, fundador de la Dinastía nazarí, se instala en 1238 en la Antigua Alcazaba del Albaicín, llamándole la atención las ruinas de la colina de la Alhambra. Decide así iniciar su reconstrucción e instalar en ella la sede de la corte, comenzando la edificación de la Alhambra que hoy conocemos.

La Alhambra pasó a ser residencia real, con la llegada al poder de Muhammad I, primer monarca del Reino Nazari de Granada en 1238, para lo que creó un abastecimiento de agua propio.

Según (D.Luis Seco de Lucena) la Dinastia Nazari tuvo 22 Monarcas, siendo el primero como ya he mencionado Muhammad I en (1237-1273) y Muhammad XII (Boadil) el último (1482-1491)

La Alhambra fue palacio, ciudadela y fortaleza, residencia de los sultanes nazaríes y de los altos funcionarios, servidores de la corte y de soldados de élite; alcanza su esplendor en la segunda mitad del siglo XIV, coincidiendo con los sultanatos de Yusuf I (1333-1354) y el segundo reinado de Muhammad V (1362-1391).

Granada, capital del reino nazarí, va recibiendo paulatinamente poblaciones musulmanas a causa del avance de la conquista cristiana. La ciudad va creciendo, modificándose, creando nuevos barrios y ampliando las cercas y murallas prácticamente hasta su conquista al final del siglo XV.

SIGLO XVI-XVIII
Después de 1492, la Alhambra quedó establecida como Casa Real con jurisdicción exenta a cargo del Conde de Tendilla. Los Reyes Católicos ordenaron intensas reparaciones sirviéndose en gran medida de artesanos moriscos.

El Emperador Carlos V decide, en 1526, la construcción del palacio que lleva su nombre, junto a otras construcciones muy significativas de gusto renacentista romano. La casa de Austria continuó desde Felipe II (1556-1598) y sus sucesores al cargo de la conservación de la Alhambra, admirada por humanistas y artistas como Andrea Navaggiero (1524), embajador de Venecia en la Corte de Carlos V.

En las primeras décadas del siglo XVIII, Felipe V (1700-1746) desposee de la alcaldía al Marqués de Mondéjar, heredero del Conde de Tendilla, comenzando una etapa de abandono prácticamente hasta el reinado de Carlos IV (1788-1808).



DEL SIGLO XIX A NUESTROS DÍAS
La ocupación napoleónica supuso un episodio negativo para la Alhambra, por la voladura producida en 1812, al retirarse el ejército francés. Sólo el arrojo de un soldado español pudo evitar casi su total destrucción.

A una etapa de reivindicaciones acerca del estado del monumento, secundadas activamente por Washington Irving (1783-1859) se suma un creciente interés de la sociedad por los jardines de la Alhambra y el orientalismo que evoca en el imaginario romántico, muy bien reflejado en las artes plásticas del momento.

Con la revolución de 1868 la Alhambra queda desligada de la Corona y pasa al dominio del Estado, declarándose en 1870 “monumento nacional”.

Con la entrada del siglo XX, el cuidado de la Alhambra se confía a una Comisión (1905), sustituida en 1913 por un Patronato que en 1915 pasa a depender de la Dirección General de Bellas Artes. En 1944 se crea un nuevo Patronato que se mantiene hasta el traspaso a la Comunidad Autónoma de Andalucía de las funciones y servicios del Estado en materia de cultura.



Vista desde el Albaicin.

La Alhambra se asienta sobre la colina de la Sabika, uno de los puntos mas elevados de la ciudad de Granada, cuya cumbre supera los 700 metros sobre el nivel del mar, y penetra hacia el interior de una fértil vega, como último bastión de Sierra Nevada, frente al Albaicín y el Sacromonte, entre las cuencas de los ríos Darro y Genil.

El cerro que le sirve de pedestal a la Alhambra, es un triangulo irregular que hacia el Este, limita con el Cerro del Sol, coronado por el Generalife y la Silla del Moro. El lado Norte de este triangulo es el rio Darro, el poniente la Alcazaba y el Sur es el " foso de la Plata Fundida " donde se encuentra el actual paseo central del bosque y el Cerro del Mauror con Torres Bermejas.

Este fue el comienzo, estrictamente defensivo.

El conjunto de la Alhambra se fue formando a lo largo de los años, estructurándose alrededor de diferentes construcciones. La Alhambra es el producto de una evolución a lo largo de casi dos siglos y medio bajo los nazaríes, además de las construcciones anteriores, junto con las importantes aportaciones y modificaciones que se realizan ya en la etapa cristiana y que prácticamente no cesan hasta nuestros días.

Toda la Alhambra estaba rodeada por una muralla que la hacía inexpugnable a cualquier ataque, enlazándola con la muralla general de Granada. En ella abren cuatro puertas principales, dos al Norte, la de las Armas y la del Arrabal, y dos al Sur, la de la Justicia y la de Siete Suelos.

Actualmente la entrada que recomiendo y la mas bonita es subiendo por la Cuesta Gomerez, de los varios accesos posibles al monumento, el mejor es el que transcurre por el bosque de la Alhambra, por su belleza monumental y paisajista.

Lo primero que nos encontramos es la Puerta de las Granadas. Una vez rebasada nos encontramos con el bosque de la Alhambra, un paseo central y dos laterales, el de la izquierda nos llevará ala Puerta de la Justicia, el del centro hasta el cementerio de San José y el de la derecha a las Torres Bermejas, Fundación Rodriguez Acosta, Alhambra Palace, etc ...
En este blog iremos  desgranando y dando a conocer todos los rincones de este gran conjunto monumental, sus torres, palacios, jardines, sus fuentes, la ciudad palatina que se encontraba dentro del recinto y su historia con sus leyendas, en definitiva La Alhambra.

La Alhambra


La ciudadela del monte

Alhambra, vergel de sombras, en el agua encantada,
con los oscuros olores de la tierra mojada
y los claros cristales de su alma intransitada,
paraíso escondido, en muchos siglos olvidada,
nacida desde lo mismo y que parece inventada,
cada día es más nueva, cada día es encontrada,
apostada frente al viento, defendida, amurallada,
con las grietas de los tiempos de la belleza parada,
que habla de las victorias y que fue la derrotada,
ora estrella, ora surco, ora arquitectura hilada,
fuente del espejo limpio, quieta luz, inmaculada,
serrana que señorea sobre la vega azulada,
con un alfanje invisible, en su mano levantada,
defensora de un tesoro vinculado a su Granada.


                                                                  José María Torres Morenilla   

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