domingo, 17 de mayo de 2015

Subterráneos de Granada, Fundación Rodriguez-Acosta



Un recorrido por diversos espacios subterráneos de la ciudad en donde la historia se hace tangible a pocos metros bajo la tierra.

Entrada principal a los subterráneos, desde el pórtico del Patio de Venus,


 Nos centramos en las cuevas o subterráneos del Carmen de la Fundación Rodriguez-Acosta. Después de los momentos de limpieza y adecuación del solar que compró José María Rodríguez-Acosta con el fin de construir su estudio, cuando comenzaron a plantear los cimientos, salió a la luz una galería subterránea, larga y profunda, posiblemente del tiempo de los moros, “Rodríguez-Acosta mandó no solo conservarlas sino prolongarlas y adornarlas de modo fantástico, de suerte que vinieron a formar otro palacio subterráneo bajo el que se construía fuera”. 


El acceso se restringen para que los visitantes, no se pierdan en sus 16 km.

Estos adornos si son obra de Rodriguez-Acosta.

las características de estas galerías y su carácter misterioso, oculto y enigmático, han dado pie a todo tipo de interpretaciones, leyendas y conjeturas, algunas muy extendidas pese a no tener el más mínimo fundamento científico, ni histórico ni arqueológico. 




Podemos apuntar algunos datos a nivel histórico, como la existencia de oquedades en esta zona de diversa índole, y posiblemente también de diferente cronología, 5 naturaleza y uso. Tal es el caso de las “mazmorras” que aparecen recogidas junto a Torres Bermejas (s. IX-XIV), en la Plataforma de Ambrosio de Vico trazada en 1613. Esas “mazmorras”, serían en origen silos excavados, como otros que existen en la Alcazaba de la Alhambra, destinados al almacenamiento de alimentos de primera necesidad, para la manutención del destacamento de este baluarte defensivo, en caso de ser sitiado. 


Para algunos investigadores (García Pulido, 2008), muchos de estos pasadizos y abovedamientos del subsuelo, tienen relación con las explotaciones mineras auríferas romanas (ruina montium) del Cerro del Sol y la Colina Roja (colina de la Alhambra, llano de la Perdiz, hasta Cenes de la Vega). Por lo que habría que buscar un origen aún más antiguo (s. I d.C. ) y un uso más industrial que bélico, a la mayor parte de todos estos entramados subterráneos que discurren por toda la zona del Mauror, coronando la Antequeruela alta y que van buscando la Colina Roja.



Todo el interior del subterráneo está encalado, tanto las columnas, relieves, y otros elementos decorativos añadidos, como las zonas de paramento liso, terminación cálcica que posiblemente se aplicara con objeto de favorecer la consolidación de todos estos elementos, tendiendo en cuenta el alto porcentaje de humedad ambiental de estas zonas. El suelo está empedrado con cantos rodados planos, constituyendo uno de las típicos modos de solar, que se conoce en Granada como “empedrado granadino”. El conglomerado Alhambra, difícilmente se puede distinguir, entre los enfoscados de la pared, el pavimento y la homogeneidad que da el encalado. Por lo tanto, y tal como apuntábamos anteriormente, sólo con una minuciosa y cuidada exploración podrían determinarse con exactitud qué zonas excavadas fueron las ampliaciones que realizó José María Rodríguez Acosta. 



Además de funciones de paso, y almacén, no hay que olvidar la necesidad de dar la ventilación apropiada a estos espacios, ya que sin ésta, el exceso de humedad acabaría por hundirlos, circunstancia que pudo darse en otros tramos presumiblemente existentes bajo solares colindantes, al ir cegándose poco a poco el recorrido que dibujaran, por la necesidad de separación e incomunicación que requerirían los distintos propietarios de las viviendas que sobre ellos se erigían. 



Actualmente los subterráneos de la Fundación solo tienen dos usos: por un lado, los tramos principales, son utilizados como parte de las visitas especiales. Partiendo de la puerta porticada que se abre en el Patio de Venus, comienza el recorrido ininterrumpido, por la vía principal del pasadizo, con un par de quiebros, y dos bajadas por escaleras, que salvan considerable desnivel, hasta desembocar en la cancela que cierra la salida (o entrada) a la Calle Aire Alta.





Sabías que ...


La puerta de los Jardines Bajos que se utiliza para la salida, es también porticada. El resto de las entradas están camufladas entre la vegetación de las correspondientes fachadas siendo difíciles de distinguir por los visitantes.

Este año la ciudad celebra los mil años de la fundación del Reino de Granada, el bastión árabe que resistiría la presión cristiana hasta su expulsión en 1492, mientras desmenuza su legado de arcos califales y leyendas moriscas diseminadas por sus siete colinas.

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