Ya entrado en edad, se ordena sacerdote. Su amigo y protector, el conde duque de Olivares, le concede varios títulos eclesiásticos, como canónigo en Granada y abogado en el Santo Oficio.
Desde 1630 la vida del canónigo granadino transcurre alejado del cortesano Madrid, en un marco concreto: el «carmen» que el poeta se construye sobre unos solares de casas de moriscos. Plantó Soto de Rojas un jardín a la italiana y a la vez las estrofas de las siete mansiones de su paradisíaco poema culto. Como «una de las quintas de mayor ingenio, sutileza y artificio de este paraíso español» fue calificado el «carmen» de Soto por uno de los historiadores de su tiempo.
Hasta 1630 hizo frecuentes viajes a Madrid, pero a partir de este año se retiró definitivamente a su carmen del Albaicín, que describe en su lujuriante y sensitivo Paraíso cerrado, y da a luz sus poemas más culteranos.
Que en la Corte conoció a Lope de Vega y Luis de Góngora.
Casa de los Mascarones en el Albaicin.
En Julio de 1926 conmemoraron una placa en su vivienda.
(...) El rubio Pan siguió la ninfa bella,
que hoy partida guarnece,
sin verduras, sin flores, sin brotones,
tres de cándidos yesos artesones (...)
verdes las calles, cándidos arqueros,
bravos soldados de jazmín florido,
Cupidillos de amor llenos de antojos,
dulces rayos apuntan a los ojos,
del olfato, y disparan al sentido (...)
"Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos."
Sabías que ...
Que Federico García Lorca recitó, en 1927, versos de Pedro Soto de Rojas y también fue inspiración de Manuel de falla en sus composiciones.
Que fue abogado de la inquisición.
Que fue abogado de la inquisición.
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